Un fotógrafo independiente vendió a Reuters una foto en la que se mostraban las consecuencias de ataques y columnas de humo más negro que las que hubieron en realidad en la devastada ciudad. Hoy hay verdaderos genios en el retoque y modificación de fotografías, y consiguen manipular una imagen con tal maestría que ni los editores gráficos de los medios de comunicación son capaces de advertir el fraude.

Para buscar una solución, Reuters está colaborando con Adobe y Canon para la creación de un sistema que permita determinar si una fotografía ha sido manipulada. Las dos empresas, por separado, ya estaban desarrollando programas informáticos propios que permiten saber si una foto ha sido retocada: Canon Verification Data y Nikon Image Authentication Software. Es decir, no sólo no se deja en manos de los editores, sino que se va más allá y se buscan medios técnicos para contrastar si una imagen es real o ha sido modificada.
Con estas medidas se buscará llegar a que la información y las imágenes que se muestran en los medios de comunicación sean verídicas y no modificadas para beneficiar a nadie: buscando la utópica objetividad.
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